La evaluación externa se ha
convertido en parte importante de los programas escolares de fomento de
enseñanza del inglés. Los estudios indican que, cuando aprendizaje y evaluación están fuertemente
integrados, el entorno de aprendizaje es más positivo y motivador. De hecho,
los tests ejercen una poderosa influencia en el proceso educativo y, de manera
más amplia, en la sociedad en su conjunto.
La
certificación lingüística debe ser una radiografía exacta de los conocimientos
idiomáticos del candidato. De hecho, en la segunda parte del estudio “El impacto de BEDA: ¿qué hemos aprendido?”,
realizado por un equipo de investigadores de Cambridge English Language Assessment, los colegios destacan que el examen es una referencia externa y objetiva
muy valiosa para obtener un baremo sobre los avances del alumnado y establecer
mejoras en la enseñanza.
En ese
sentido, la evaluación externa influye en cuestiones como la actitud hacia la enseñanza y
el aprendizaje; la motivación; la progresión de los alumnos; e incluso en
cambios en la práctica docente
Sin embargo, estos objetivos solo pueden conseguirse cuando el certificado es capaz de mostrar con exactitud cuáles son las capacidades del candidato en el uso del idioma. Un gran paso adelante en este sentido se produjo con el desarrollo, por parte de la Comisión Europea, del Marco Común Europeo de Referencia (MCER) como el conjunto más completo y académico de descriptores lingüísticos que existe ha convertido la medición de la evaluación lingüística en una parte integral del aprendizaje del idioma y ha aportado unidad a las estrategias de evaluación de las organizaciones internacionales de Europa.
Otro paso en la evolución: la Cambridge
English Scale
Desde la
introducción del MCER como referencia, la importancia del reporte detallado de
los resultados en materia de certificación lingüística no ha dejado de
evolucionar y damos un paso más en este proceso al implementar la Cambridge English Scaleo la escala
de puntos de Cambridge English.
La Cambridge
English Scale es un sistema
de puntuación que cubre una amplia gama de habilidades del lenguaje y que ayudará
a los candidatos a los exámenes de Cambridge English y a sus profesores y
padres, además de a las universidades a las que irán en el futuro y a sus
empleadores a comprender más claramente los resultados obtenidos en estos
certificados y a comparar sus habilidades a medida que avanzan hacia niveles
más altos.
La puntuación de la Cambridge English Scale está alineada con el Marco
Común Europeo de Referencia, pero es mucho más detallada al recoger una gama de puntos que
va de 80 a 230. Cada nivel del MCER abarca 20 puntos en
la Cambridge English Scale.
El reporte de resultados de cada examen de Cambridge English incluirá, con la
implementación de la Cambridge English Scale, los puntos obtenidos en cada una de las cuatro habilidades que
evalúan estos certificados: expresión y comprensión escrita y expresión y
comprensión orales, además del “uso
del inglés”. Así mismo, incluirá la puntuación total obtenida de la media de las cinco
puntuaciones individuales.
A finales de 2015, los resultados de casi todos los exámenes de Cambridge
English incluirán la Cambridge English Scale. Como éstos se reportarán con una única
puntuación, será mucho más fácil comparar los resultados entre los diferentes
exámenes de Cambridge English. Esto será particularmente útil para los
candidatos que realizan los exámenes uno tras otro, ya que les permitirá ver
claramente cómo su dominio del idioma mejora.
La Cambridge English Scale al detalle
Como se ha
dicho, la Cambridge English Scale es un sistema de puntuación muy detallado de
las habilidades idiomáticas de los candidatos a los certificados de Cambridge
English. Con el Marco Común Europeo de Referencia como punto de partida, la
gama de puntuación que propone la Cambridge English Scale tiende a ofrecer los máximos detalles sobre lo
que un candidato es capaz de hacer con el idioma inglés.
Para apreciar
la evolución, partamos de las calificaciones generales que se usaban antes de
la introducción del MCER, para acercarnos después a la Cambridge English Scale.
Tradicionalmente, los niveles del dominio de una lengua eran beginners, elementary,
pre-intermediate, intermediate, upper-intermediate, advanced y proficiency. En la actualidad, presentarse a una entrevista de trabajo alegando un
“nivel intermediate”, lo que supone un alto de grado de incertidumbre sobre las
capacidades reales del usuario en el uso del idioma, no sirve de mucho.
Estos se
recogen en el MCER dentro de los diferentes niveles: A1 y A2 para el
primero o básico;B1 y B2 para el
segundo o intermedio; y, por último,C1 y C2 para el tercero o avanzado. Básicamente, una persona que domine los dos
primeros niveles es capaz de entender y expresarse en situaciones de la vida
cotidiana. Se entiende que quienes alcancen los segundos son capaces de manejar
conceptos de un carácter más técnico y/o abstracto. Por último, los que lleguen
al tercer nivel han alcanzado la fluidez de expresión y compresión en un amplio
rango de temas.
Una baremación específica para el idioma
inglés
Esta somera
descripción de las habilidades del idioma es, evidentemente, mucho más amplia
en los descriptores oficiales del MCER pero, aún así,estos no dejan de ser un
tanto ambiguos teniendo en cuenta, además, que se usan en multitud de idiomas.La Cambridge English Scale, por su
parte, va más allá y ha dividido cada uno de estos niveles en puntos que van
desde 80 hasta 230. Los puntos reflejan el baremo del MCER
pero se dividen, a su vez, en grados. Es decir, se describen con más precisión las
habilidades idiomáticas del candidato. Otra ventaja de Cambridge English Scale
es que, aún dentro del MCER, describe muy específicamente las habilidades
idiomáticas concretas para el idioma inglés, así como descriptores gramaticales
que no incluye el MCER.
A partir de enero de 2015, la
Cambridge English Scale se aplicará en los tres exámenes más demandados de
Cambridge English, es decir, losCambridge English: First, Advanced y Proficiency.Estos exámenes están enfocados hacia diferentes niveles del MCER, pero
permiten también evaluar a los candidatos de forma fiable en los niveles
anterior y posterior. Detallamos a continuación la composición de la Cambridge
English Scale en cada uno de ellos
Cambridge English: First
Puntos entre 160 y 180 divididos en dos
grados: Grado C –entre 160 y 172 puntos–y Grado B –entre 173 y 179 puntos–.
Puntos entre 180 y 200 divididos en dos grados: Grado C –entre 180 y 192 puntos– y Grado B –entre 193 y 199 puntos–
Cambridge English Proficiency
Puntos entre 200 y 230 divididos en tres
grados: Grado C –entre 200 y 213 puntos–, Grado B –entre 214 y 220 puntos– y
Grado A –entre 221 y 230–.
Es importante
dejar claro que la
Cambridge English Scale no abandona el MCER, sistema en
cuya elaboración Cambridge English Language Assessment colaboró activamente y
que sigue siendo el sistema de descriptores ampliamente reconocido, sino que,
muy al contrario, lo complementa.
Una radiografía exacta de las
habilidades lingüísticas
Es bien
sabido que los certificados de idiomas se han convertido en pocos años en una
herramienta imprescindible para acceder a una matrícula en un centro de alta
educación tanto público como privado, para lograr a numerosos puestos de
trabajo y también para
obtener visados de estudios o trabajo en países como Reino Unido o Australia, entre otros. Estos organismos necesitan de un sistema de
evaluación de idiomas que les ofrezca una radiografía exacta de lo que el
candidato es capaz de hacer con el idioma. Éste es el espíritu que ha animado a
nuestros expertos para la elaboración de la Cambridge English Scale.
Dentro de los beneficios de este nuevo
sistema de puntuación, podemos destacar cuatro:
- Se consigue un reporte
de las habilidades más claro y exacto.
- Se facilita la
comparación entre los diferentes exámenes.
- Se clarifican las
equivalencias con el MCER.
- Se simplifican los
requerimientos idiomáticos para las organizaciones.
No hay que
olvidar que, en
el certificado, se especificará la puntuación obtenida en cada una de las
cuatro habilidades evaluadas, además de
la referente al “uso del inglés”. Esto es muy importante porque no solo indica
al candidato las áreas en las que debe mejorar sino, y sobre todo, permite a
las organizaciones conocer los puntos fuertes y débiles del mismo. En este
sentido, si una organización empresarial, por ejemplo, busca un candidato cuya
labor principal será escribir informes en inglés podrá elegir, entre candidatos
con el mismo nivel de inglés dentro del MCER, al que mejor puntuación tenga en
el aspecto de la expresión escrita. O, en el ámbito escolar, un profesor podrá
saber en cuáles de las habilidades deberá trabajar más con su o sus alumnos.
La Cambridge English Scale en los
certificados
La
introducción de la Cambridge
English Scale en los exámenes de la Universidad de
Cambridge a principios del próximo año implicará algunos cambios en la manera
en que los resultados de los exámenes se verán reflejados en los resultados y
certificados.
De este modo,
el perfil del candidato será reemplazado por un diagrama que indica claramente
la puntuación que el mismo ha obtenido en las cuatro habilidades del lenguaje – reading, writing, listening
y speaking -así como en el “uso del inglés”. Como se ha subrayado anteriormente, este cambio ofrecerá una visión más
clara, detallada y fácil de entender tanto para el candidato como para los
profesores y las organizaciones que requieran el certificado.
Un pasaporte para el mundo
La Cambridge English Scale viene
a dotar a la certificación lingüística del inglés de un grado de utilidad
desconocido hasta ahora. Estudiantes, profesores de inglés y organizaciones que
usan estos certificados en la toma de decisiones tendrán en sus manos una
herramienta exacta de sus progresos y sus necesidades. Y es que hoy, más que
nunca, la
certificación lingüística se ha convertido en un pasaporte para el mundo cuya utilidad y usabilidad no deja de evolucionar.
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